En 2010 tuve la inmensa dicha de realizar una gira a Madrid representando una obra llamada El Otro Einstein, donde interpretaba a la segunda esposa del gran científico. Fue un viaje muy enriquecedor, donde por fin me decidí a hacer un monólogo. Hacía tiempo me planteaba hacerlo, simplemente porque la idea me aterraba y sentía que había que vencer ese miedo…pero no sabía por donde empezar a buscar.
Encontré mi inspiración en una foto que se proyectaba dentro de la obra, tomada en uno de los congresos de Solvay, donde aparecía Einstein con otra veintena de científicos, entre ellos la única mujer, Marie Curie. Me impresionaba siempre ver su rostro, enigmático y sombrío.
Empecé por leer la biografía que Eva Curie escribió sobre su madre y me enamoré inmediatamente de Marie Sklodovska. Me pareció una persona fuera de serie en tantos niveles que resultaba casi irreal.
Seguí leyendo cada vez más cautivada por su historia. Su infancia en Polonia, sus perdidas familiares, su militancia de adolescencia, su pacto fraternal…luego su viaje a Paris y sus triunfos académicos en ese país, que se volvió suyo cuando conoce y se casa con Pierre Curie y tienen su primer hijo: el radio.
Los años pasan cada vez más de prisa y uno se vuelve irremediablemente más selectivo. Para mi era importante contar una historia que sirviera de inspiración a los jóvenes, que me parece que están ávidos de historias ejemplares de éxito y superación personal. Además de conocer la ciencia y los valores humanistas desde otra arena, mi arena. Qué mejor que darle de nuevo voz a esta increíble mujer y compartir su historia.
Mauro Spinelli, casado con mi prima Anita, es un escritor entrañable con experiencia en cine. Me acerque a él y le pedí, más bien lo convencí, de que me escribiera un monólogo sobre Madame Curie. Afortunadamente él ya conocía la historia de Marie y le pareció que valía la pena el proyecto, así que pusimos manos a la obra.
Hacía años yo había traducido, producido y actuado una obra canadiense y no quería cometer los mismos errores que en aquel montaje, así que decidí que yo sería la productora artística del proyecto y que lo financiaría con mis ahorros. Eso me permitiría administrarme, escoger a mi equipo de trabajo y también me permitiría aportar a la escritura.
Ya tenía la idea de cómo empezar el espectáculo, Mauro siempre escuchaba y luego desarrollaba mis ideas, pues para él también era un ejercicio de escritura nuevo.
Tuve una primer epifanía: llamar a Arturo López Pío. Yo ya conocía su trabajo de CINEAMANO y me parecía fenomenal. Mejor me pareció cuando aceptó mi invitación a trabajar, después de conocer el texto.
La otra epifanía que tuve fue llamar a Gabriela Lozano. Nos conocíamos hacía años y yo la recordaba con mucho cariño como una gran productora ejecutiva, así que le propuse inicialmente que me ayudara con la producción, pues yo ya había invitado a Emma Dib a dirigirme. Cuando Emma tuvo que retirarse, Gaby me propuso tomar la dirección del proyecto y yo tuve la inteligencia y la fortuna de aceptar. Todo se fue dando de manera natural.
Annette Fradera desde hacía tiempo me había ofrecido hacer el diseño sonoro y Tolita y María Figueroa también se ofrecieron a ayudarme con el vestuario…¡Cuánta dicha!
Nuestra entrada a Universum, el Museo de Ciencias de la UNAM, fue providencial y nos ha permitido dirigirnos al publico que más nos interesa influir: los jóvenes.
Los responsables de la programación del museo, vieron nuestro demo y después de leer el texto decidieron que valía la pena presentarlo a los directivos del Museo para tratar de concretar una temporada.
Lo demás es historia.
Nuestra temporada en 2013 fue un éxito inesperado, con el apoyo de Azteca Teatro pudimos contar con publicidad privilegiada en tv, de modo que el público respondió de inmediato, agotando localidades los últimos meses.
El 3 de mayo de 2014 cumplimos 50 representaciones, las primeras 50 de una larga temporada que esperemos continúe mientras esta historia pueda resonar en la mente y los corazones de quienes la conozcan.